Nutrición para la pancreatitis del páncreas.

Sopa de carne magra para el menú para la pancreatitis del páncreas.

El famoso curandero griego Hipócrates dijo: "¡Somos lo que comemos! " Tiene razón en muchos sentidos, es decir, la cultura del consumo de alimentos, su utilidad o daño en relación con el cuerpo humano. Por tanto, algunos productos son vitales para el pleno funcionamiento normal de todos los órganos y sistemas, mientras que otros, por el contrario, reducen la calidad de vida y provocan enfermedades graves, como la pancreatitis. En este caso, una dieta correcta y equilibrada es la panacea, previniendo posibles recaídas.

La pancreatitis es un proceso inflamatorio que se produce en el páncreas. Este órgano juega un papel importante en el funcionamiento del tracto digestivo. Sus principales funciones son la producción de insulina, así como de enzimas digestivas necesarias para la descomposición y digestión de los nutrientes:

  • tripsina, para la digestión de proteínas;

  • lipasa, para procesar grasas;

  • lactasa, maltasa, amilasa, invertasa, que aseguran la transformación de carbohidratos complejos en monosacáridos.

Normalmente, el jugo pancreático, saturado de enzimas, ingresa al duodeno a través de los conductos, donde ocurre la etapa principal de digestión de los alimentos. La patología ocurre cuando la secreción del líquido enzimático es demasiado activa, su cantidad llega a ser tal que fisiológicamente no puede migrar "rápidamente" desde la glándula. Se produce un estancamiento durante el cual las enzimas digestivas interactúan con las células pancreáticas, provocando su muerte y estimulando la inflamación.

En la mayoría de los casos, la pancreatitis es consecuencia del consumo excesivo y regular de alcohol, alimentos grasos y pesados. Tal dieta conduce al hecho de que el páncreas trabaja constantemente de manera mejorada, produciendo una cantidad excesiva de enzimas, que tienen un efecto tóxico no solo en el órgano en sí, sino también en otros sistemas de soporte vital que ingresan al torrente sanguíneo sistémico.

Las mismas reacciones son posibles al tomar algunos medicamentos.

Otra causa común de la enfermedad es la obstrucción parcial o completa del conducto pancreático. Esto puede deberse a la formación de cálculos (en el caso de colelitiasis), formación de quistes, tumores, lesiones y, en casos raros, a una anomalía estructural. Con menos frecuencia se diagnostican casos de desarrollo de enfermedades debido al parasitismo de microorganismos patógenos y otras patologías gastrointestinales (colecistitis, colangitis, etc. ).

Reglas generales

La pancreatitis aguda del páncreas se acompaña de dolor en el lado izquierdo.

Hay dos formas principales de patología: aguda y crónica. En el primer caso, los síntomas son más pronunciados: hay dolor intenso en el lado izquierdo, que se irradia al antebrazo, vómitos frecuentes e hiperemia. Un ataque suele ocurrir después de ingerir alimentos fritos o picantes o bebidas alcohólicas. En este caso, se requiere hospitalización urgente y tratamiento inmediato para estabilizar la afección lo más rápido posible y evitar complicaciones peligrosas como necrosis pancreática e insuficiencia orgánica múltiple.

En los primeros 2-3 días después del ataque, está prohibido ingerir cualquier alimento para detener la producción de secreciones enzimáticas. Durante este tiempo, el cuerpo se nutre a través de una vía intravenosa.

Se permite beber al gusto, pero en pequeñas porciones. Se permite el consumo de agua mineral o hervida, té mal elaborado y decocción de rosa mosqueta. Una vez que el dolor desaparece, el paciente pasa gradualmente a una dieta normal. Es importante no sobrecargar la glándula y darle tiempo para que se recupere, por lo que la dieta debe ser lo más suave posible. Debes ingerir alimentos en porciones no superiores a 150 g hasta 6 veces al día.

Todos los platos se preparan en forma líquida o semilíquida (caldos, purés, papillas) hirviéndolos o cociéndolos al vapor y enfriándolos a una temperatura cálida antes de servir. Poco a poco, la dieta se va ampliando añadiendo más alimentos ricos en calorías y no picados. La nutrición adicional para la pancreatitis sigue siendo fraccionada y moderada.

En una enfermedad crónica, el cuadro clínico no es tan brillante. La patología, en este caso, ya ha afectado a la mayoría de los tejidos glandulares, provocando graves alteraciones en el funcionamiento del órgano, principalmente en la plena producción de enzimas. Se observan trastornos digestivos persistentes: diarrea, hinchazón, cambios en la naturaleza de las heces, pero no se produce dolor. Sin embargo, durante un brote, los síntomas se vuelven más intensos y van acompañados de un dolor intenso.

Los ajustes dietéticos se realizan basándose en los mismos principios que para la pancreatitis aguda. Después de un ayuno de tres días, el paciente cambia a comidas fraccionadas bajas en calorías (proteínas - 60 g, grasas - 50 g por día). Esta pauta está indicada por un periodo de 5 a 7 días. Además, la naturaleza de los alimentos cambia según el estado del paciente. Se da preferencia a las proteínas, la cantidad de grasa sigue siendo baja. Los alimentos líquidos se complementan con otros viscosos y finamente picados; Se permite cocinar guisados o al horno.

La ingesta diaria de sal no debe exceder los 6 g (para cualquier tipo de patología).

¿Por qué seguir una dieta para la pancreatitis?

Un ataque agudo de la enfermedad supone un daño grave a la salud de la glándula. Sólo en casos aislados el órgano sana completamente sin consecuencias. Como regla general, estos trastornos no desaparecen sin dejar rastro, especialmente si una persona vuelve a abusar de las bebidas fuertes o come de manera inadecuada. La transición a una forma crónica es una condición peligrosa; ya no será posible recuperarse por completo. En este caso, la glándula afectada no puede producir la cantidad necesaria de enzimas, por lo que es necesario el uso regular (a menudo de por vida) de análogos medicinales.

La nutrición dietética para la pancreatitis es obligatoria. El objetivo principal es aliviar el órgano enfermo, reducir la hipersecreción y prevenir los brotes. Se excluyen del menú los alimentos difíciles de digerir y de digestión prolongada que requieren una mayor producción de jugo pancreático. La dieta se selecciona de tal manera que garantice el funcionamiento normal del páncreas y la máxima restauración de los tejidos dañados.

La dieta juega un papel importante en la prevención de la diabetes. Hay áreas especiales en la glándula, llamadas islotes de Langerhans, donde se produce una hormona específica, la insulina. Si la inflamación afecta a estas formaciones, la generación de hormonas disminuye, lo que en última instancia puede conducir al desarrollo de enfermedades endocrinas. La mala alimentación, en este caso, se considera un factor predisponente.

Productos permitidos para la pancreatitis.

Una vez que los síntomas desaparecen, se le muestra al paciente el cuadro de dieta No. 5p. Hay dos opciones: básica y avanzada. El primero se prescribe para el curso crónico de la enfermedad en la fase activa y en caso de un ataque agudo. Es bastante limitado y se compone principalmente de carbohidratos de fácil digestión.

La nutrición mejorada para la pancreatitis es un ajuste de la dieta con carbohidratos mediante la adición de productos proteicos. Su contenido diario en los alimentos no supera los 125 g. Al mismo tiempo, la cantidad de grasa consumida no debe exceder los 70 g. Además, se tiene en cuenta la cantidad de otros nutrientes necesarios para la salud:

  • vitamina A – 10 mg;

  • Vitaminas B – 2 a 10 mg;

  • vitamina C – hasta 150 g;

  • calcio – 0, 8 g;

  • sodio – 3 g;

  • fósforo – 1, 3 g;

  • magnesio – 0, 5 g;

  • hierro – 0, 03 g.

Todo esto sugiere que el menú diario no sólo debe ser saludable, sino también variado gracias al uso de diversos productos permitidos.

  • Verduras: patatas, pepinos, coliflor, algas, guisantes, calabaza, calabacines, apio, zanahorias. Entre los nutricionistas surge mucha controversia sobre el consumo de remolacha. Se sabe que las raíces hervidas son saludables, pero el alto contenido de betaína y azúcares que contienen pone en duda la seguridad de su uso como alimento para la inflamación del páncreas.

    Las verduras se comen mezcladas, en forma de puré, como parte de los primeros platos. Poco a poco se permite la transición a una molienda más gruesa.

  • frutas, bayas: manzanas, peras, granadas, melocotones, fresas, frambuesas. Los productos se hornean (manzanas), se cuecen al vapor o a partir de ellos se preparan diversas delicias (sin azúcar): conservas, mermeladas, mousses, malvaviscos, mermeladas, gelatinas.

  • carne baja en grasa): pavo, pollo, conejo, ternera (filete o lomo). Los productos se pueden consumir una vez que la condición del paciente se haya estabilizado. Se utilizan para cocinar caldos, sopas licuadas, preparar chuletas al vapor, quenelles, albóndigas y soufflés.

  • Pez: lucioperca, lucio, carpa, perca, merluza, bacalao, bacalao, bacaladilla. Se sirve en trozos hervidos o se convierte en carne picada para cocinar al vapor.

  • Productos lácteos (bajos en grasas): leche, kéfir, yogur, requesón, nata, yogur. Las bebidas lácteas fermentadas se beben poco a poco a lo largo del día, las gachas se cocinan con leche y el requesón se utiliza para guisos y pudines.

    Por otra parte, cabe mencionar el queso. Sólo se permite el consumo de quesos blandos en salmuera: feta, suluguni, etc. Los productos se añaden triturados a los alimentos durante la cocción.

  • Cereales: sémola, arroz, trigo sarraceno, copos de avena. Los cereales molidos en harina son los más adecuados.

  • Pasta: Alguien. Prepárelo de acuerdo con las instrucciones, se da preferencia a los artículos pequeños.

  • Huevo: pollo, codorniz. Se comen hervidos (en puré), pasados por agua (raramente) o en tortilla.

  • Pan: trigo (de ayer), con salvado, galletas saladas, bizcochos.

  • Aceite: cremoso (hasta 30 g por día), las verduras (linaza, aceituna, girasol refinado) se van introduciendo gradualmente en el menú.

  • Bebidas: té suave, compotas, jugos diluidos de bayas no ácidas, frutas, agua mineral natural.

Toda la comida se prepara inmediatamente antes de la comida. Está prohibido "freír" verduras.

Productos total o parcialmente limitados.

Desafortunadamente, una enfermedad peligrosa dicta sus estrictas reglas según las cuales el paciente tendrá que seguir viviendo. En primer lugar se trata de la dieta diaria. Para evitar posibles recaídas y empeoramiento de la afección en el futuro, tendrás que dejar de consumir ciertos alimentos de forma definitiva. Por supuesto, esto es difícil de aceptar, pero el precio de una mala nutrición durante la pancreatitis suele ser la vida del paciente.

Hacer dieta no debe ser tratado como una prueba. La cantidad de cosas que puedes comer no es tan pequeña y en todos los apartados de la mesa de alimentos. Además, si el paciente se siente bien, se puede ampliar la dieta para la pancreatitis introduciendo alimentos no incluidos en la dieta principal (algunas verduras de temporada, frutas, etc. ). Su consumo debe ser estrictamente limitado, controlando atentamente la reacción del organismo. Si aparecen síntomas, aunque sean leves, que sugieran un posible ataque, el nuevo alimento introducido en la dieta se excluye inmediatamente.

La dieta del paciente no contiene alimentos ricos en grasas. En primer lugar, se trata de carne (cerdo, cordero, pato, ganso, despojos). También están prohibidos todos los productos cárnicos semiacabados y embutidos. Estos últimos representan un peligro potencial especial, porque contienen una gran cantidad de aditivos aromatizantes químicos que irritan todo el sistema digestivo. La excepción son las salchichas o el jamón elaborados con carne de ave dietética, que a veces se consumen en pequeñas cantidades.

Se excluyen las variedades de pescados grasos de mar y río (salmón, beluga, esturión, esterlina, etc. ), así como caviar, panecillos y sushi. Se permite el consumo de platos de pescado con contenido moderado de grasa y mariscos (no más de 2 veces por semana).

El menú dietético no contiene verduras con fibra gruesa y alta acidez: col blanca, rábano, colinabo, rábano, nabo, espinacas, acedera, maíz, espárragos, berenjena. No se deben servir verduras encurtidas, encurtidas, saladas, jengibre, aceitunas ni platos preparados con ajo y cebolla. Los productos deben someterse a un tratamiento térmico antes de su consumo y no deben consumirse crudos. Los tomates dulces se pueden utilizar con precaución en la dieta si no hay signos de inflamación del páncreas.

Las frutas y bayas contienen una gran cantidad de ácidos, lo que provoca una mayor secreción de líquido pancreático. Por tanto, su uso es indeseable, especialmente durante el período de rehabilitación después de un ataque. Están prohibidos los cítricos, caquis, melones, bayas frescas y sus jugos. Se permiten frutos secos de forma limitada.

Se excluye el consumo de setas y legumbres. Estos productos son fuente de grandes cantidades de proteínas vegetales, que ayudan a activar el páncreas. Además, son posibles trastornos no deseados de otros órganos del tracto gastrointestinal: aumento de la formación de gases, estreñimiento, que es especialmente problemático para las personas con pancreatitis.

Están prohibidos los alimentos a base de cereales difíciles de digerir: mijo, cebada, guisantes y cebada perlada. La consistencia del cereal terminado debe ser semilíquida y viscosa; no se recomienda comerlo desmenuzable.

La leche grasa, así como sus derivados (requesón, kéfir, crema agria) son extremadamente indeseables. Están prohibidos los quesos duros, salados, picantes y los productos lácteos.

A la hora de preparar la comida, no se pueden utilizar especias ni servir salsas elaboradas en fábrica: mayonesa, ketchup, mostaza, etc. Está estrictamente prohibido cocinar friendo. Los alimentos fritos (incluidas las verduras salteadas para sopas) están saturados de muchos carcinógenos y otras sustancias nocivas que tienen un efecto depresor sobre el funcionamiento de todo el tracto digestivo. El consumo regular de dichos alimentos puede provocar un nuevo ataque. Lo mismo ocurre con cualquier carne ahumada o pescado enlatado. No debes dejar el pescado en poca agua, porque. . . esto libera sustancias extractivas que requieren una mayor producción de jugo pancreático.

Está prohibido comer pan fresco, repostería y dulces. Dichos alimentos son una fuente de una gran cantidad de carbohidratos, que favorecen la actividad del órgano enfermo y aumentan la liberación de insulina. En combinación con grasas para cocinar (margarina, etc. ), esta es una carga grave e inaceptable para la pancreatitis. Por lo tanto no debes comer tartas, pasteles, helados, chocolate o miel.

Está estrictamente prohibido cualquier tipo de alcohol, así como el café fuerte, las bebidas carbonatadas, el cacao y el té verde.

Menú de muestra durante una semana para pancreatitis.

La nutrición para la pancreatitis aguda es bastante pobre, pero necesaria para aliviar la inflamación. Se prescribe un plan de alimentación de 6 horas:

  1. Desayuno. Es preferible la comida blanda para bebés con agua; en ausencia de síntomas, con leche diluida. Puedes completar la comida con una tostada untada con mantequilla.

  2. Almuerzo. Como regla general, incluye requesón o tarta de queso sin levadura, gelatina y puré de frutas.

  3. Cena. Como primer plato se sirven caldos ligeros y purés de verduras. De segundo plato: soufflé de carne o pescado, chuletas al vapor con puré de cereales y verduras.

  4. Bocadillo de la tarde. Su composición es similar a la del segundo snack.

  5. Cena. Esta comida es preferiblemente ligera, pero con suficiente contenido proteico. Son adecuados el pescado hervido y el paté de carne con guarnición.

  6. Por la noche. En lugar de comida: un vaso de kéfir o yogur desnatado.

Dependiendo del estado del paciente, el menú diario se complementa con otros platos de la lista de productos permitidos.

Lunes

  • Puré de gachas de arroz, infusión de rosa mosqueta.

  • Manzana al horno con orejones.

  • Consomé de pollo con picatostes, soufflé de pescado.

  • Kissel, galletas.

  • Albóndigas de pavo, puré de calabaza y zanahoria.

  • Kéfir.

Martes

  • Gachas de trigo sarraceno, té con leche.

  • Ricota desnatada (100 g), mousse de manzana.

  • Sopa de puré de verduras, albóndigas de ternera al vapor.

  • Compota, un trozo de queso tierno, ligeramente salado.

  • Lucioperca hervida con patatas.

  • Riazhenka.

Miércoles

  • Gachas de avena en agua con frutos secos.

  • Yogur.

  • Sopa de arroz con zanahoria, pan con queso.

  • Mermelada de fruta.

  • Cazuela de requesón con peras, pan integral.

  • Yogur.

Jueves

  • Tortilla al vapor (blanca), panecillo de mantequilla, té.

  • Budín de cuajada.

  • Sopa de pescado, soufflé de conejo con guarnición de zanahoria.

  • Kéfir, gelatina de frutas.

  • Chuleta de pollo al vapor con puré de coliflor.

  • Leche cuajada.

Viernes

  • Tarta de queso al vapor, bebida de rosa mosqueta.

  • Manzana horneada.

  • Sopa de calabaza, rollito de pavo con verduras.

  • Yogur.

  • Ternera hervida, pudín de zanahoria.

  • Té sin azúcar.

Sábado

  • Clara de huevo cocida, kéfir.

  • Puré de frutas, galletas.

  • Tagliatelle casero con caldo de verduras, chuleta de pavo.

  • Requesón.

  • Pasta con guisantes, compota.

  • Varnets.

Domingo

  • Gachas de sémola con mantequilla.

  • Mousse de manzana.

  • Caldo de pollo con albóndigas de patata, albóndigas de pescado.

  • Puré de verduras.

  • Pavo al vapor con guarnición de calabacines y zanahorias.

  • Leche (baja en grasa).

Recetas dietéticas

Gachas de arroz con calabaza

Necesitará:

  • Arroz de grano redondo partido - medio vaso;

  • calabaza – 300 g;

  • mitad y mitad de leche con agua - solo 1 vaso;

  • azúcar – 1 cucharadita;

  • sal.

Cortar la calabaza, previamente pelada y sin semillas, en trozos, hervirla en un poco de agua hasta que esté tierna y luego pasarla por un colador. Otra opción es posible: rallar la verdura y añadirla a la sartén junto con el arroz.

Agrega el cereal a la leche diluida hirviendo y cocina por 15 minutos. Luego agrega el puré de calabaza, el azúcar y agrega un poco de sal. Revuelva y continúe calentando durante otros 2-3 minutos. Lo mejor es comer papilla después de dejarla reposar durante 20 a 30 minutos.

Sopa de albóndigas y coliflor

Ingredientes:

  • filete de pavo o pollo – 300 g;

  • clara de huevo fresca – 2 piezas;

  • patatas - 3 piezas;

  • zanahorias – 1 pieza;

  • coliflor – 300 g;

  • agua – 2-2, 5 litros;

  • sal.

Prepara la carne picada. Mezclar bien con las claras y formar albóndigas del tamaño de una nuez. Colocar en agua hirviendo la col, previamente desmontada en pequeñas inflorescencias, y las zanahorias ralladas. Pasados los 5 minutos añade las patatas cortadas en cubitos. Cuando las verduras estén cocidas añadir las albóndigas a la sopa, sal y mezclar. Deja cocinar a fuego lento durante 5-7 minutos.

Si la enfermedad empeora, puedes preparar una sopa cremosa más tierna. En este caso las albóndigas no tienen forma. Se agrega carne picada (sin proteínas) a las verduras cocidas, se mezcla y se cocina durante 5 a 7 minutos, después de lo cual el contenido de la sartén se mezcla con una licuadora. Vierta las claras lentamente, mezclándolas con la sopa.

soufflé de pollo

Productos:

  • pechuga de pollo sin piel – 500 g;

  • leche – 1 vaso;

  • claras de huevo – 2 piezas;

  • aceite vegetal (para engrasar el molde);

  • sal.

Precalienta el horno a 180°C. Pasar la pechuga por la picadora de carne dos veces, mezclarla con las claras y la leche, agregar sal. Batir la carne picada con una batidora hasta que quede suave. Engrase una fuente para horno resistente al calor con aceite y rellénela con la mezcla de carne. Cocina por 30 minutos sin abrir el horno.

Chuletas de pescado al vapor

Necesitará:

  • filete de pescado blanco (bacalao, abadejo, perca) – 500 g;

  • 2 claras de huevo;

  • sal.

Muele el pescado hasta obtener carne picada, agrega sal, combina con las claras y amasa bien hasta que quede suave. Formar chuletas. Colóquelos sobre una rejilla colocada en una cacerola honda con agua hirviendo y manténgalos cocinando al vapor hasta que estén cocidos (25-30 minutos). Puedes usar una olla de cocción lenta para esto.

tortilla de brócoli

Ingredientes:

  • claras de huevo crudas – 4 piezas (o 2 huevos);

  • brócoli – 200 g;

  • leche – 0, 5 tazas;

  • cascada;

  • sal;

  • aceite para lubricación.

Lavar el repollo, cortarlo en trozos pequeños y cocinar tapado durante 10 minutos. Batir las claras (huevos) con la leche y la sal hasta que estén espumosas. Colocar las verduras cocidas en una sartén antiadherente untada con aceite, verter la mezcla de huevo y leche y llevar al horno precalentado a 180°C. Cocine por 10 minutos. En casos agudos de la enfermedad, las inflorescencias de repollo se trituran hasta convertirlas en pulpa.

Para niños

La enfermedad rara vez se diagnostica en la infancia. Sin embargo, un ataque agudo es posible si el niño sufre abuso de sustancias, ha sufrido previamente infecciones virales graves, traumatismo abdominal o ha sido sometido a una terapia farmacológica a largo plazo (hormonas, tetraciclinas). La enfermedad suele aparecer junto con otras patologías gastrointestinales, por ejemplo, la gastritis. La dietoterapia, en este caso, debe tener en cuenta la naturaleza de la enfermedad subyacente.

La nutrición con pancreatitis en niños es la misma que en adultos y se lleva a cabo de acuerdo con un esquema similar: la primera semana: un menú estricto y delicado, luego la tabla semanal se diversifica gradualmente, sujeto a una buena digestibilidad y ausencia de síntomas alterados.

Es importante recordar que el cuerpo de un niño en crecimiento necesita la cantidad necesaria de nutrientes, incluidas las grasas. Por lo tanto, para no sobrecargar la glándula, el niño recibe artificialmente la dosis necesaria de enzimas, es decir, con la ayuda de drogas.

El menú diario debe consistir necesariamente en verduras, frutas (en la fase de remisión se pueden comer frescas, pero con precaución), productos lácteos fermentados, papillas líquidas y viscosas, sopas, así como carnes y pescados magros hervidos. Después de un ataque es necesario seguir una dieta estricta durante un mes, una dieta prolongada durante al menos 5 años y, en la forma crónica de la enfermedad, es necesario seguir la tabla dietética de por vida.

Para embarazadas

La pancreatitis en las mujeres durante el embarazo puede empeorar con la ingesta de ciertos complejos vitamínicos o como resultado de la presión interna que ejerce sobre la glándula el útero agrandado. La nutrición para la pancreatitis en este caso debe ser dietética, pero teniendo en cuenta todas las necesidades nutricionales necesarias para el pleno desarrollo del feto.

Ventajas y desventajas

Seguir una dieta es clave para la salud no sólo del páncreas, sino también de todo el sistema digestivo. Esta nutrición es equilibrada, saludable, más fácil y más completamente digerible. Además, a pesar de las restricciones, la dieta es bastante variada y permite combinar diferentes alimentos en los platos, proporcionando así una mesa amplia y nutritiva. Sin embargo, lleva tiempo acostumbrarse a esta dieta. Para muchos pacientes, esto no es tanto una barrera de consumo como psicológica, porque habrá que abandonar muchos productos "sabrosos" que les resultan familiares. Pero esto es necesario para mantener la posibilidad de vivir con normalidad.

Comentarios de nutricionistas.

El tratamiento de la pancreatitis con dieta tiene como objetivo, en primer lugar, la máxima descarga de la glándula afectada. Es importante frenar la producción excesiva de secreciones enzimáticas. Sin embargo, según los nutricionistas, de vez en cuando es necesario garantizar un descanso completo a los órganos digestivos. Durante este período, el órgano afectado está más predispuesto a la regeneración, porque funcionalmente está "dormido".

Para ello se realiza el ayuno terapéutico (rechazo total de los alimentos). La mayoría de las veces, este régimen se observa durante 24 horas, pero se puede aumentar si el paciente se siente bien y bajo la supervisión de un médico. La abstinencia alimentaria prolongada (más de 7 días) requiere hospitalización.

Una opción más suave son los días de ayuno. Los nutricionistas recomiendan consumirlos al menos una vez a la semana. De la línea de platos permitidos, se selecciona uno, por ejemplo, papilla o puré de verduras. Se prepara en cantidades tales que se puede dividir en varias comidas. No se consumen otros productos.

Reseñas y resultados

Sólo con un estricto cumplimiento de las reglas de la mesa de tratamiento es posible observar una dinámica de remisión positiva y estable.

Cualquier violación de la dieta, incluso menor, puede anular todos los esfuerzos realizados anteriormente, provocando un nuevo ciclo de enfermedad. Ningún médico puede decir de antemano cómo podría resultar esto para el paciente, pero en cualquier caso las consecuencias serán las más decepcionantes. Las revisiones de pacientes con pancreatitis solo lo confirman. Por eso es tan importante comer bien. Lo importante es tomártelo con calma, estudiar tu cuerpo y entender qué se tolera bien y qué es malo. Una excelente motivación en este asunto es el fuerte apoyo de los seres queridos.

Precio

El coste de una cesta semanal de alimentos dietéticos oscila entre 20 y 40 dólares.